“Ya se firmaron los contratos y está a punto de empezar”, afirmó el secretario de la Cooperativa, Alejandro Urrels, quien anticipó que la entidad tiene “tres proyectos más en mente”. En esos planes aparecen el barrio Santa Marta, el cruce del arroyo entre las calles Congreve y Los Cerros y, por último, la unión de la planta reductora del Aromo con la calle Boote, que se está tramitando.
“La idea principal es poder asistir con gas toda esa zona, que abarca unos 1.100 metros de cañería que va a solventar, en su momento, la Cooperativa”, expresó el directivo.
En la edición anterior de esta revista se había anunciado el comienzo de esta etapa, que por razones ajenas a la Cooperativa -la demora en las firmas de los contratos- se vio retrasada. En este aspecto, es oportuno señalar que existe un puñado de vecinos que se negaron a adherir al plan alegando no tener residencia permanente en el barrio, a pesar del accesible costo de la financiación y el salto de calidad que representa pasar del gas envasado al de red. Por ello es que muchas veces se torna cuesta arriba avanzar al ritmo de obra previsto.
“Si bien lo de Los Tilos costó un poco más, ahora el comienzo es inminente, y lo que es más, tenemos pensado que en corto tiempo (dependiendo de los vecinos con la firma de los contratos) también comience la obra de Santa Marta”, señaló Urrels. “Son 2.700 metros de cañería que se colocarían entre Los Tilos y lo del barrio Santa Marta”.
Hasta el momento, ya son más de 150 las familias que gozan en sus hogares del servicio de gas de red.
La Cooperativa Eléctrica de Loma Verde se embarcó desde el año pasado en este proyecto, financiando la obra que ejecuta la empresa Ingalfa, con el solo fin de mejorar la calidad de vida de los vecinos y proporcionarles una comodidad importante y necesaria. “Es un proyecto que cuesta, pero lo estamos logrando y estamos dispuesto a seguirlo para que, ojalá, todos los vecinos puedan contar con este servicio”, concluyó Urrels.