La presidenta de la ONG Patrimonio Natural del Pilar, Marina Lemos, dio una charla en la biblioteca sobre la importancia de preservar las zonas de humedales ante el desmedido avance inmobiliario.
Loma Verde termina en el río Luján, que corre, mansito, en el medio de un valle entre dos elevaciones: la nuestra y la de enfrente, donde está Los Cardales. Después de la vía del tren y hasta el nacimiento del canal Santa María, el territorio es más plano.
Este lugar es el que albergó a los pueblos originarios que encontraron los europeos cuando llegaron a invadir estas costas, los güaraníes en las islas, los chanás en las riberas del Paraná y el Luján y los querandíes en las tierras altas. Ahora es la frontera con la Reserva Natural de Otamendi.
Los lugareños los conocemos como el bañado, pero la ciencia los denominó humedales, y es primordial protegerlos, porque cuando no se lo hace, las consecuencias son catastróficas en otros lados.
De este tema vino a hablar el viernes 20 de noviembre a la biblioteca Marina Lemos, presidenta de la ONG Patrimonio Natural del Pilar, que creó y administra la Reserva Natural del Pilar, un territorio de más de 60 hectáreas, que queda a orillas del Luján, que allí corre paralelo a la ruta 25, a la altura del Colegio Carlos Pellegrini.
La ingeniera Lemos respondió a las preguntas formuladas por la moderadora, la profesora Inés Cordonnier, basándose en un eje central: el auge de la construcción de barrios privados en humedales en toda la cuenca del Luján, en nuestro municipio y los cercanos San Sebastián, El Cazal y otros varios.
Por Jorge L. Bonfanti