En la edición número 100 de la revista Escobar Norte, correspondiente al mes de abril del año pasado, explicábamos desde estas páginas qué es y cuáles son las consecuencias del fraude eléctrico, a raíz de la información pública de un caso en la localidad bonaerense de Mercedes. Este ilícito también sucede en Loma Verde, lo que obliga a la Cooperativa a tomar cartas sobre el asunto y emprender acciones de inmediato.
El fraude eléctrico es una práctica ilegal en la que las personas manipulan o alteran su suministro eléctrico para evitar pagar el costo real de la electricidad que consumen. Esto puede incluir la manipulación de medidores, conexiones no autorizadas a la red eléctrica o cualquier otra forma de robo de electricidad.
Las manipulaciones indebidas de instalaciones eléctricas representan un peligro latente que puede desencadenar consecuencias graves. Estas acciones irresponsables no solo ponen en riesgo la integridad de quienes las realizan, sino que también amenazan la seguridad y bienestar de los vecinos y transeúntes. Las fluctuaciones de tensión, los cortocircuitos y el riesgo de incendios son solo algunas de las posibles consecuencias, las cuales pueden resultar catastróficas. Además, el peligro de electrocución conlleva un riesgo mortal que afecta tanto a los habitantes de la vivienda o comercio como a cualquier persona que transite por la zona. Es fundamental respetar las normativas y reglamentos en materia eléctrica para prevenir accidentes y proteger a la comunidad en su conjunto.
“El fraude eléctrico constituye un delito tipificado como Fraude, Hurto y/o Robo, según el Código Penal de la Nación (Art. 162 y 164), y está penado tanto para quien adultera el medidor como para el usuario que contrata a esta persona. Es importante destacar que esta práctica no solo representa un delito penal, sino que también afecta a todos los usuarios de la cooperativa, ya que al robar energía se perjudica a la comunidad en su conjunto”, explica Gerardo Flamini, gerente de la Cooperativa. “Si se roba energía significa que nos robamos entre socios, porque todos somos dueños de la cooperativa”.
El artículo 162 del Código Penal de la Nación determina que: “Será reprimido con prisión de un mes a dos años, el que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena”. Mientras que el artículo 164 expresa que: “Será reprimido con prisión de un mes a seis años, el que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, con fuerza en las cosas o con violencia física en las personas, sea que la violencia tenga lugar antes del robo para facilitarlo, en el acto de cometerlo o después de cometido para procurar su impunidad”.
A raíz de la realidad local, la Cooperativa emprendió una campaña antifraude que abarca desde medidas sencillas hasta acciones más complejas. Se están aplicando multas por consumos evadidos y el costo del medidor repuesto a causa de la manipulación del mismo. Además, se continúa con los cambios de tapas y la colocación de precintos numerados, cuya rotura implicará la aplicación de severas multas. Los operativos se vienen desarrollando en los diferentes barrios y en las zonas de quintas de la localidad.
El personal técnico de la cooperativa también corre riesgos ante estas estafas, ya que ponen en peligro su vida al manipular los diferentes elementos correspondientes a estas instalaciones clandestinas. En más de una ocasión recibieron descargas eléctricas.
Desde esta Cooperativa solicitamos a estos usuarios a regularizar su situación para evitar multas y sanciones.