El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había pronosticado para el pasado viernes 9 de diciembre (último fin de semana extra largo del año) otro día de calor, con probabilidad de tormentas por la tarde y la noche y una máxima de 36 grados (aunque la sensación térmica alcanzara casi a los 40 grados).
Sumado para algunas zonas, una alerta amarilla por tormentas fuertes, que podrían estar acompañadas por intensas ráfagas de viento y ocasional caída de granizo. Y esta vez, el pronóstico completo no falló. Mientras la mayoría de los argentinos festejaba el pase de la Selección Argentina a las semifinales del Mundial de Qatar luego de vencer en la instancia de penales a Países Bajos, la furia se desató desde el cielo.
La lluvia, las fuertes ráfagas de viento y el granizo se apoderaron de la atención en todo Escobar, y Loma Verde no fue la excepción. El cielo teñido de nubes grises fue un presagio a las negativas consecuencias que dejó el temporal. En pocos minutos se comenzaron a divisar una gran cantidad de árboles, ramas y postes caídos, voladuras de techos y destrozos en diferentes vehículos que estaban estacionados en la vía pública.
Amén de los daños causados al tendido eléctrico que dejó sin suministro de energía a miles de vecinos. La situación se vio además afectada por la lluvia y la caída de piedras que volvió a repetirse en la madrugada del lunes 12 de diciembre. Sin dudas Loma Verde fue una de las localidades más golpeadas dentro del municipio. La situación en el distrito inmediatamente comenzó a tener presencia no solo en los medios de comunicación locales, también en los de alcance nacional.
Para restablecer las redes dañadas por el temporal y normalizar el servicio eléctrico, la Cooperativa desplegó todas sus cuadrillas que trabajaron para restablecer el servicio y reparar los daños causados.
Las inclemencias del tiempo no fueron impedimento para que a esta situación extraordinaria se sume el robo de un transformador de la cooperativa, que fue volteado y vaciado, con el fin de obtener el cobre que contiene como parte de sus componentes. La violencia en todas sus formas, la de la naturaleza y la humana.
El caos generalizado obligó inmediatamente al plantel técnico a regularizar prácticamente toda la red troncal. Dicha situación demandó una extensa jornada laboral, que ocuparon la tarde noche del viernes y los días completos de sábado, domingo y lunes subsiguientes. Recién a partir del día martes se comenzaron a realizar los trabajos de emprolijamiento sobre lo ejecutado, poniendo siempre en prioridad, volver a dar el suministro eléctrico en tiempo y forma para todos los usuarios.
Y como dice la canción, “Dios perdona, el hombre a veces, la naturaleza nunca”. Una llamada de alerta para toda la humanidad que ya no debería tomar como sorpresivo a este tipo de acontecimientos.