Reencontrarse, compartir una comida, charlar y conocer más de cerca a quienes nos acompañan en la tarea laboral de todos los días siempre es una grata y edificante ocasión. Más si el contexto es acompañado por un asado de primera, sorteos y un brindis para despedir el año y alzar las copas con nuevos propósitos para el que viene.
Ese clima de camaradería fue el que se vivió en la noche del viernes 25 de noviembre en el restaurante Nuestra Herencia, elegido por la Cooperativa para su tradicional cena de fin de año, que esta vez adelantó su fecha para facilitar la concurrencia de los invitados, ya que diciembre suele ser un mes muy intenso donde combinar agendas es difícil.
A partir de las 21 los más puntuales comenzaron a ubicarse en las diez mesas dispuestas en el salón comedor, donde directivos, empleados y proveedores, en muchos casos acompañados de sus parejas e hijos, compartieron una velada de ambiente familiar con un menú que incluyó empanadas, ensaladas, papas fritas, chorizo, morcilla, matambre, vacío y asado, acompañados por vinos, gaseosas y aguas.
Antes del postre helado llegó el turno de los regalos, donde todos los comensales participaron del sorteo de una tablet, electrodomésticos y otros premios.
Pasada la medianoche, el brindis en el salón contiguo, con las copas de todos los presentes en alto, marcó el final de una agradable cita, a modo de antesala de los venideros festejos de Navidad y Año Nuevo.